Axl... ¡ES AXL!
¿Que Axl está más viejo? Sí. ¿Y más gordo? Sin duda. ¿Con varios cc de toxina botulímica? ¿Cuál es el problema? Ya no estamos frente al hombre de 30 años que vino en 1992, sino ante uno de casi 50 ¿Qué esperaban? ¿Acaso nos vemos de 15 y 16 nosotros?
¿Que sigue siendo un “mala conducta”, un rockstar, un divo? ¿Y qué? Él siempre ha sido así y seguramente lo será por siempre. Sus fanáticos lo saben y no es que lo justifiquen, simplemente LO CONOCEN. Por eso es quien es, por eso es Axl Rose y la madrugada del 28 de marzo de 2010 demostró, tanto en el escenario como fuera de él, que sigue siendo el mismo de siempre. Misma insolencia, misma sonrisa, misma fuerza, misma actitud.
El concierto comenzó pasada la 1 de la madrugada, tal y como lo había anunciado en previa rueda de prensa Solid Show, alegando que el líder de Guns N’ Roses salió con retraso de Perú. Sólo faltaba él, los músicos y crew estaban desde el día anterior en Caracas y hasta dieron una clínica de rock. Previo al esperado momento, tocaron Electrocirkus (sonido decente, aunque yo les haría un fashion emergency) y Píxel. Me detendré unas líneas para hablar sobre la agrupación de Pablo Dagnino.
Yo entiendo la necesidad de pasar la hoja de Sentimiento Muerto y recalcarlo en cada presentación, pero a veces hay que tener claras las circunstancias. Píxel no se estaba presentando a las 8, como estaba previsto, para darle paso a Guns a las 9. Eran más de las 11 de la noche y había gente desde las 8 de la mañana haciendo cola fuera del Poliedro. Yo aseguro (y así lo compartí con varias personas en la olla que estuvieron de acuerdo) que si Dagnino hubiera cantado al menos UNA canción de SM el recibimiento habría sido COMPLETAMENTE diferente y más considerando que estaba ante un público con promedio de 30 años (¿o creen que son muchos los menores de 25 que pueden costearse esos precios?). Para nada justifico la agresión (al contrario, es más que repudiable), solo quiero dejar claro que a veces no basta con tener un repertorio y un nombre, a veces es más importante tener sentido de la oportunidad.
Cuando al fin las luces se apagaron y se inició el show con "Chinese Democracy", el cansancio, el mal humor, el hambre, ganas de ir al baño y cualquier otra incomodidad se esfumaron con la entrada en el escenario del emblemático pelirrojo de nariz respingadísima. Hipnotizados nos quedamos todos contemplándolo durante la primera canción. Los rostros de embeleso de la gente y sus sonrisas eran la prueba irrefutable de que el magnestismo de un verdadero rockstar jamás se pierde. Enseguida vendría la explosión. Comenzaron a sonar los acordes de “Welcome To Jungle” y de ahí en adelante la intensidad jamás bajó en las casi 3 horas de música; ni siquiera con las salidas de Axl para cambiarse (o tomar oxígeno) o en los solos de Dizzy Reed, Richard Fortus, DJ Ashba y Bumblefoot.
Así es. Lo sabíamos. Axl venía con una banda de desconocidos pero (y ahora lo digo con propiedad) bastante respetables músicos. Esta nueva alineación no sólo toca bien; goza de buena presencia y carisma. Admito que la nostalgia y otros detallitos me hicieron pensar en Slash, Duff y Matt en un principio, pero a medida que transcurría el concierto poco noté la ausencia. El final con DJ Ashba encaramado en los andamios terminó por echar al olvido esa noche a la melena del ex guitarrita estrella de Guns y su eterno cigarrillo. Mientras sigo sin asimilar que un gran músico como Slash anda grabando videítos con Paulina Rubio, Axl me demostró que Guns N’ Roses sí es él. En realidad ¡ya los dos deberían dejarse de pendejadas!
Además de "Welcome to the jungle" sonaron, de las viejitas, "Live and let die", "Rocket Queen", "Knockin’ on heaven’s door", "Sweet Child O’ Mine", "Nightrain" y "November Rain", posterior a un solo de Axl en el piano que nos permitió cantar "Another Brick In The Wall". Las nuevas como "Better", "Sorry" y "Madagascar" fueron muy bien recibidas, al menos donde yo estaba ubicada. Casi todos las corearon.
Axl habló poco, como siempre, pero regaló seductoras sonrisas y recogió del escenario cuanta bandera, bandana, cartel, sostén y hasta baby doll le lanzaron y los guardó. Me pareció un bonito gesto que al recoger un tricolor venezolano y colocárselo sobre los hombros, se preocupara por ver que lo sostenía correctamente (se han visto casos en que los artistas enseñan la bandera con las estrellas al revés).
Rápido pasaron las horas. De un momento a otro la 1 se convirtió en las 4 de la mañana. Me habría encantado escuchar "Don’t cry". No me hice ilusiones de disfrutarla hasta que vi el set list de Argentina, dónde cantaron un poco más que acá. Privilegio de los porteños por estar en tierra de rock y no de reggaetón como Venezuela. Pero igual; seguramente en esa pieza sí hubiese notado mucho la ausencia de Slash. No me quejo para nada. Para mí era más significativo oír“You could be mine”, “Mr. Brownstone”, “It’s so easy” y “Patience”. Fui complacida. El set list completo de Caracas lo pueden revisar acá.
Don't Cry en 1992 en Argentina y en 2010
El final llegó con "Paradise City", como tiene que ser, en medio de pirotecnia y confeti volando. Axl lanzó el micrófono al público y la banda, la cual repartió uñas todo el concierto (me llevé mi buena ostia por eso), salió de escena. Regresaron en pleno para despedirse en una reverencia y brindar con unos shots rosados que algunos músicos entregaron a los que estaban más cerca de la tarima. Pura esencia rockstar.
Si hay algo criticable de este concierto fue el costo de las entradas y más considerando que a diferencia de toda la gira latinoamericana, Venezuela fue el único país que no contó con la presencia de Sebastian Bach, ex líder de Skid Row, abriéndole a GN'R. Con poner los boletos al precio de Metallica el Poliedro se habría llenado y seguro ganaban más. “Demasiados conciertos este mes. Metallica, Franz Ferdinand y Dream Theater. Tuve que pedir prestado para venir”, logré escuchar cerca de la tarima a una asistente. “Mi novia no pudo venir. Los conciertos nos tienen quebrados”, comentaba otro. “800 dólares al cambio me gasté en el concierto de Metallica para ir con mi hijo, esta vez no lo pude traer”, me confiaba un amigo.
¿Conclusiones? 1) Axl NO está tan gordo como pensaba (llegó a estarlo más) 2) NO está tan viejo (su presencia en tarima sigue siendo poderosa y electrizante) 3) SÍ conserva bastante voz todavía (aunque ahora tenga que esforzarse más) y lo realmente importante: sigue siendo ¡100% AXL!, el vocalista de una banda que en sólo seis años y con apenas cinco discos hizo historia dentro del Rock.
El retraso, absolutamente equis. El que sabe cómo es Axl no lo tomó por sorpresa. Sucedió en toda la gira. No voy a ser precisamente yo quien juzgue si se trata de un irrespeto o no, para irrespetos y abusos sencillamente hay que poner el canal 8 y nadie hace nada al respecto. Ya dije que Axl es como es y sus fanáticos así lo aceptan. Él únicamente sale cuando está listo y no antes, según sus propias palabras, y de él se puede esperar cualquier otra cosa. Es como ir a ver a Charly García y no suponer que puede patear el piano e irse en medio de un arrebato. Quien no lo sepa, honestamente, no sé qué hacía en el Poliedro.
Para los que se empeñan en preguntarme cuál concierto fue mejor, si el de Metallica o el de Guns, tengo que decir que no hay comparación posible, son agrupaciones distintas, evoluciones distintas, estilos distintos. Yo reconozco que no fui con grandes expectativas al Poliedro porque tenía el background bien claro, pero terminé alucinada, sorprendida casi a niveles de éxtasis. Lo único que puedo decir es que Metallica es LAAA BANDA y Axl... ¡ES AXL! O lo amas o lo odias.
Por supuesto que este concierto no puede ser igual al de noviembre de 1992. Por supuesto que no es lo mismo ver a Guns N’ Roses ahora que hace 18 años. Obvio. ¿Quién ha dicho lo contrario? Lo destacable esta vez, y por eso esperaría no cuatro sino ocho horas más de retraso de ser necesario, es que el líder de GN’R demostró (para decirlo en español y decentemente) que ¡sigue pateando traseros como nunca! Si esta es la “decadencia”, como dijeron algunos, ¡yo también quiero decaer así! ¡Grande Axl!
Les dejo varios extracto que grabé. Poquitos porque me quedé sin memoria y sin batería.
Y finalmente, las fotos: