Hablemos de estilo
Últimamente he estado revisando revistas, blogs y programas de televisión dedicados a moda y tendencias, recuperando un gusto que cultivo casi desde la infancia pero que había echado un poco al abandono. No pretendo hacer un análisis exhaustivo, solo unas breves conclusiones de las colecciones de Alta Costura Otoño-Invierno 2009/10 y Crucero 10 (que son las más recientes) de las principales firmas. Tengo que decir que se ve un "poco de todo" y "mucho de nada". A ver, que parece que la tendencia no está muy definida, aunque se sigue observando bastante clara esa nostalgia ochentosa con una que otra pincelada de los noventa colándose.
Ahora, si quieren que les dé nombres, bueno. De las colecciones cruise me gustaron mucho las propuestas de Balenciaga, Miu Miu, Prada (muchísimo), Marc Jacobs, Georgio Armani (cuándo no), Moschino, BCBG Max Azria y Chanel, que estuvo espectacular. Clase aparte los colores plata y naranja que uso Carolina Herrera. De las de haute couture Chanel, Armani Privé y Valentino (la que más). Aunque estas últimas, en lo que respecta a mi limitado poder adquisitivo, son más piezas de arte para admirar que para vestir.
Para todos los gustos hay y es ese mi punto: me parece un poco incierto y hasta temerario hablar de tendencias en un universo tan ecléctico como el actual. La solución es sencilla: escoger lo que más nos guste a la vista y, por supuesto, lo que mejor nos siente, para no terminar siendo unos "fashion victims". Sí, es así de fácil y más con tanta diversidad. No es una tarea tan ardua "estar a la moda" y mucho menos una quimera hacerse de un estilo propio. Solo hay que estudiar los clásicos, los que alguna vez fueron innovadores y, como no, los contemporáneos que ya marcan pauta, como lo hacen los buenos músicos y artistas plásticos. No se puede crear, sin antes aprender de los maestros.
Y es que es así: se ponen de moda otra vez los vestidos a la rodilla o los muy mini. El rojo fuerte en el maquillaje. El pantalón ancho y arremangado o "tubito". Las modas van y vienen, pero hay ciertos conceptos y personalidades que permanecen, llegando incluso a convertirse en mitos, pues han sido capaces de imponer looks que todavía hoy, más de cinco décadas después -en algunos casos- siguen vigentes como nunca.
A continuación, mi humilde selección de íconos de estilo. Los que más me gustan o han llamado mi atención. Muchas leyendas, otros de historia reciente y unos cuantos rostros actuales, los cuales quizá sean olvidados con el tiempo. Otros tal vez perduren.


La revolucionaria

La diseñadora de modas que le devolvió la libertad a su género, la que despojó a las mujeres de corsés, encajes y fajas. Ella se apropió de la comodidad que en ese entonces era exclusividad de los hombres y la transformó en elegancia y sofisticación femenina. El verdadero Little Black Dress, que no debe faltar en el closet de ninguna mujer, brotó de la manos de Gabrielle “Coco” Chanel, la misma que le dio a Marilyn su esencia inmortal.
La precursora

Eran los días The Beatles, The Rolling Stones y The Who en Londres cuando una delgadísima chica de grandes ojos azules y enormes pestañas postizas fue descubierta e irrumpió en la escena con un corte de cabello excepcional de las manos de nada menos que Vidal Sassoon. Luciendo minifaldas de Mary Quant y medias hasta la rodilla, se convirtió en la primera Top Model de la historia y en un fenómeno mundial contrastando con las curvilíneas bombas sexys del momento. Twiggy es hoy inspiración para toda aspirante a modelo.
La Princesa

Humanitaria, bella, esposa, amante, madre, princesa… mujer. Diana Spencer dio un giro a la imagen de la realeza británica y se convirtió en una referencia de estilo y elegancia con un sello tan personal que todavía hoy muchas tratan de emular. Ante los flashes que nunca dejaron de asediarla, Lady Di pasó de ser la chica tímida y recatada de cuellos marineros a una exquisita mujer que marcó tendencia en la moda, empezando por el vestido que lució en su boda y que todas las novias de la época quisieron imitar. La revista People la colocó en su portada 81 veces.
La primera dama

Una cita del diario inglés The London Evening Standard no podría ser más exacta: “Jacqueline Kennedy ha dado al pueblo estadounidense una cosa que siempre había deseado: majestuosidad”. Así es. Jacqueline Bouvier irradiaba glamour y distinción y, junto a John F. Kennedy, daba forma a la realeza que el país norteamericano nunca había tenido. A la Primera Dama solo le faltaba la corona de reina. El “estilo Jackie” con sus amplios anteojos negros, los sombreritos Pill Box y los trajes diseñados por Oleg Cassini son clásicos de la moda.
La cenicienta

La sexy

El rebelde
Quién no usa por lo menos una vez por semana unos jeans con un franela y unos zapatos deportivos. Rebeldía y desefando colgados en el ropero y el responsable tiene un nombre: James Byron Dean. Temerario, arrebatado, sexy. Fue él, con su mirada profunda y melancólica, su particular peinado y sus patillas, quien hizo universal un estilo que está más vigente que nunca y que cobra vida en cada nuevo ídolo adolescente .
El Dandy

¿Ya saben en quién se pudo haber inspirado George Clooney? Cautivador, sofisticado, elegante, clásico, pero no por eso poco original. En traje, frac o chaqué, da igual. No se trataba de lo que llevara puesto, sino del poder que él le daba a cada pieza que usaba. Cary Grant siempre lucía perfecto, limpio, peinado, irresistible. Cuentan que le gustaba perfumarse y solía hacerlo con Acqua di Parma. Grace Kelly dijo una vez sobre él: "podría actuar con un huevo podrido en la cara y seguiría pareciendo tan fascinante como siempre".
La transgresora

La melena
A mediados de la década de los 70 el afiche de una rubia decoraba las habitaciones de millones de adolescentes en todo el mundo. Era el póster de Farraw Fawcett vestida con un traje de baño rojo de una pieza mostrando una sonrisa casi fluorescente con la mano enredándose en la melena más envidiada del momento por todas las mujeres. La “Chica del Shampoo” y su voluminoso cabello fue otro ícono pop del siglo XX.
El Rock Star

La camaleónica

La “antimodelo”
Ni muy alta, ni muy linda, ni muy llamativa. Bautizada como la “antimodelo” lleva años ocupando portadas. Lo que fue Twiggy en los 60, Kate Moss lo fue en la década de los noventa. Y pasan los años, los escándalos y las modas, pero cuando ya raya 2010, sigue siendo la indiscutible número uno para las grandes firmas. Sus cambios de looks son siempre noticia al igual que sus excesos.
El “grunge

La muñeca de porcelana

Nicole Kidman emergió de las sombras de su afamado ex esposo, Tom Cruise, hasta opacarlo por completo. Y es que ella pareciera tener ese halo que envuelve a los grandes mitos del Hollywood: hermosura, elegancia, piel de porcelana y un garbo ejemplar que la hace ver siempre perfecta. Su campaña para Chanel lo dice todo. Su look en cada gala siempre genera expectativas y muy rara vez decepciona.
El irreverente

Uno de los grandes actores de los últimos tiempos por sus extraordinarias caracterizaciones. Se dice alérgico a la fama y asegura que ni siquiera se mira al espejo. Bohemio, desenfadado y hasta desaliñado, según algunos, lo cierto es que Johnny Depp siempre da que hablar en cada alfombra roja a la que se presenta. Su estilo podría definirse como el de un grunge chic o un hippie postmoderno que sólo él sabe llevar a la perfección, por algo la revista GQ lo escogió entre los 10 hombres con más estilo de los últimos 50 años.
La fashionista

Siglo XXI. Sarah Jessica Parker y su personaje en Sex and The City es una referencia para toda mujer profesional mayor de 30 años, no solo por compartir muchas de las aventuras de esta soltera en Manhattan, sino por su devoción por la moda, en especial por unos Manolo Blahnik o unos Jimmy Choo. Aunque la estilista de la serie, Patricia Field, tiene mucho que ver, la diminuta actriz y su encanto hacen que todo lo que se ponga cause sensación; tanto que se atrevió a lanzar su propia línea de ropa. ¿Quién no sucumbió ante las enormes flores en la solapa que usaba Carrie Bradshaw?
La fashion addict

Amada u odiada, lo cierto es que siempre está en la boca de todos y eso es lo importante; al menos ella así lo demuestra. Victoria Beckham ha sabido crear un personaje mediático y convertirlo en un ícono dentro del mundo de la moda. Aunque sea para criticarla solamente, es referencia para todo fashionista. Cualquier diseñador estaría contento de ver lucir alguna de sus piezas por la ex Posh Spice. Su línea de ropa es vista cada vez más en fiestas y red carpets.
La chica buena

Si de cabello se trata, en los últimos tiempos una mujer ha sido figura clave. Desde que la conocimos por su papel en Friends, Jenniffer Aniston ha cambiado muchísimas veces de peinado y, por supuesto, el que elige siempre se le ve fenomenal ¡y todas lo queremos! Han pasado quince años desde el estreno de la serie en Estados Unidos y todavía se puede escuchar en los salones de belleza pedir un “Rachel”. Definitivamente, ya es un clásico como el “Bob”.
La chica mala

Considerada por muchos la mujer más sexy en la actualidad, Angelina Jolie ha dejado atrás su imagen rebelde y gótica para transformarse en un símbolo de belleza, glamour y distinción, aunque conservando todavía ese toque “dark” que la vuelve aún más irresistible. El cabello casi siempre al natural complementa sus atuendos que resaltan sus curvas de forma delicada y sensual a la vez.
El spice boy

Desde el corte Mohawk a la cabeza rapada. Cabello largo al natural, con liga o con mechas. Corto, con flequillo, pinchos y hasta trenzas. David Beckham fue el primer hombre en aparecer en la versión inglesa de la revista Marie Claire y no es en vano. Cuando la palabra “metrosexual” se hizo popular para referirse al hombre moderno preocupado por su apariencia, el capitán de la selección inglesa de fútbol fue escogido como su mayor exponente. Infinidad de marcas lo han escogido como su imagen, incluyendo Armani.
El encantador


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