Oscars Fashion Day 2010

Justo cuando está en pleno desarrollo la fashion week de París, una pasarela no menos grandiosa tuvo lugar el domingo 7 de marzo. Por supuesto que me refiero a la red carpet de los premios de la Academia, una vitrina de lujo siempre referencia de tendencias. Este año, debo decir, estuvo muy a tono con el show.

Si bien la premiación tuvo sorpresas, como fue la derrota sufrida por la architaquillera Avatar a manos de nada menos que una película de bajo presupuesto, dirigida por la ex de James Cameron, Kathryn Bigelow, la entrega se superó en lo desabrida. Extrañé mucho a Hugh Jackman y, si me pongo retro, a Billy Crystal. Así de anodina también me resultó la alfombra roja. Muy correcta eso sí, pero opaca y con muy poca osadía.

Este año prácticamente nadie arriesgó y no hubo ningún vestido que me deslumbrara, como me sucedió en 2008 con el Jean Paul Gaultier de Marion Cotillard o el año pasado con Anne Hathaway de Armani y Natalie Portman de rosa, con un vestido firmado por Rodarte. De los últimos años, sigue siendo mi favorito (por mucho) el traje color mostaza incandescente de Vera Wang lucido por Michelle Williams en 2006, seguido por Reese Witherspoon de Nina Ricci en 2007 y mucho más atrás, en 2002, Cameron Díaz con un diseño de Emanuel Ungaro polémico por el que muchos la consideraron de las peores vestidas ese año. Para mí, estaba adelantada a la época. Ese vestido está ahorita plenamente vigente.

Regresando a 2010. Mucho pastel, pero sobre todo mucho rosa “nude”, fue el signo. Les doy un voto positivo porque se atrevieron con algo diferente a Diane Krüger drapeada en rosa palo y a Sarah Jessica Parker, ambas con vestidos de Chanel Couture (cuándo no me seduce el efecto Lagerfeld). La primera fall 2009, la segunda Spring 2010. Opino que solo a ellas les quedarían así. No sé cómo hace la Kruger para salir airosa con lo que se ponga y este vestido no era nada fácil (creo que la odio, jaja). Otra que se arriesgó y salió bien parada fue Zoe Saldaña en Givenchy Couture. Se veía muy chic. Oprah y Michelle Pfeiffer, también llamaron mi atención, no sé si por orgullo patrio, al verlas enfundadas en sendos Carolina Herrera. Se veían soberbias.

El Oscar de la Renta de Cameron Díaz estaba muy bello pero no sé si resaltaba lo suficiente en ella. Igual me pasa con el Marchesa de la ganadora Sandra Bullock. Lindo, pero en ella luce completamente intrascendente. Kate Winslet en plata de YSL se reivindicó conmigo. El año pasado estaba de negro y gris oscuro con un modelo que la hacía ver mayor. Julianne Moore, en Calvin Klein, muy linda, pero me recordó a Anne Hathaway el año pasado. A la pelirroja le van mejor colores fuertes como el verde, sin duda.

Anna Kendrick estaba muy bonita con su Elie Saab rosa, pero hasta allí. Aclaro: el vestido es espectacular, pero ella se ve sosa. Otra que se fue por el rosita nude fue Demi Moore con un modelo de Versace 2008 con falda de volantes y strapless. Una especie de versión menos plumífera del que usó Penélope Cruz en 2007. Me gusta más en los colores naranja con los que fue presentado en su ocasión por la casa italiana. Elizabeth Banks, en otro modelo con mucho vuelo de Versace, pero gris, me conquistó más que el de Demi, aunque me habría gustado que rompiera el monocromismo usando un color diferente en su clucth.

Jenniffer López y Amanda Seyfried optaron por Armani. Ambos modelos me gustaron cuando los vi en desfile. En la esposa de Marc Anthony logró algo poco común en ella: sea veía elegante, pero en pasarela me resultó más espectacular y refinado. El de Amanda me hubiera gustado más en otro color, quizá gris o un rosa empolvado, para seguir en la onda de este año. Así estaba muy “bridal” para mi gusto.

Charlize Theron con una modificación de Christian Dior (también de rosa) no me gustó en lo absoluto. Mariah Carey demostró cómo destrozar un Valentino. No es su culpa, parece que últimamente NADA le queda bien. Penélope Cruz de Donna Karan, no me decía nada. Un vestido como cualquier otro. Menos me decía la heroína de la saga Crepúsculo, Kristen Stewart, con un Monique Lhuillier azul marino. Tina Fey, vestida de Michael Kors: nice dress, pero no sé qué me pasa con ella, que siento que lo que se ponga le luce equis. Con Rachel McAdams, de Elie Saab, todavía no me decido si me gusta o no. Ayer no, hoy sí. No sé mañana. Lo mismo me pasa con Carey Mulligan en negro vestida de Prada. Creo que en una semana me terminará gustando bastante. Por su juventud, quizá habría preferido verla en otro color.

En conclusión: correctos, pero aburridos la mayoría de los outfit de la noche más importante de la industria del cine. Echando un ojo en las fiestas post-oscars que siempre tienen lugar después en Los Angeles vi muchas cosas más interesantes. Acá les dejo el link y me cuentan qué les parece.

|